
Isabel posee una segunda vivienda en un pequeño pueblo costero de Valencia. Un mes de Junio, cuando se disponía a disfrutar de sus vacaciones estivales se encuentra con la sorpresa de que su casa ha sido ocupada por una familia que se niega no solo a abrirle la puerta de su propio domicilio sino a marcharse o entablar cualquier tipo de conversación con ella.
A través de la puerta, Isabel les insta a que se vayan aludiendo que es su propiedad y que no tienen ningún derecho, al o que ellos le responden que tienen 2 niños pequeños y no les va a sacar nadie de ahí. Tras unos meses de tramitación en el Juzgado, finalmente esta familia fue desalojada del inmueble, y la familia puesta a disposición de los servicios sociales.
Llámenos y nos encargaremos de darle la solución más rápida y factible.
Asesoramiento gratuito